En esta página hablamos sobre todo lo que concierne al arte mudéjar y hoy queremos hacer una ruta por toda la Comunidad aragonesa, repasando los máximos exponentes de esta manifestación artística que nace de la convivencia entre las culturas musulmana, cristiana y judía en los reinos hispánicos.
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Sus características principales son la fusión de elementos de esas culturas diversas y el uso de materiales como madera, cerámica, yeso y ladrillo. Lo vemos en palacios, torres, iglesias… Y en este recorrido propuesto por la Dirección General de Patrimonio Cultura del Gobierno de Aragón podrás descubrir todos los rincones de Aragón donde encontrar este arte mudéjar.
Comenzamos en Teruel capital, lugar donde se elevan unas maravillosas obras arquitectónicas como, por ejemplo, en las torres, claro ejemplo de cómo se utilizaba la cerámica vidriada durante esta época.
De hecho, es tal la importancia que tiene la arquitectura mudéjar turolense que en el año 1986 es incluida en la lista de monumentos declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO con cuatro de sus principales obras: Torre, Techumbre y Cimborrio de la Catedral de Santa María de Mediavilla; Torre e iglesia de San Pedro; Torre de la iglesia del Salvador y Torre de la iglesia de San Martín. Asimismo, la Torre de la Iglesia de la Merced es también mudéjar.
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Continuando en la provincia de Teruel, en la comarca del Bajo Martín resalta el esplendor del mudéjar del siglo XIV en, por ejemplo, la iglesia de Santa María la Mayor de Híjar y la torre de la iglesia de la Asunción de Albalate del Arzobispo.
En el siglo XIII se edificó en Montalbán la iglesia-fortaleza de Santiago y entre los siglos XVI y XVII, la torre de la iglesia de la Asunción de Muniesa, la torre de la iglesia de la Asunción de Báguena y la de la iglesia de San Martín de Crivillén.
El arte mudéjar en la provincia de Zaragoza
Continuando el recorrido nos adentramos en la provincia de Zaragoza. En el valle del Jalón y Calatayud nos encontramos con edificios que fueron declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2001: la iglesia-fortaleza de Santa María de Tobed, la iglesia de Santa Tecla de Cervera de la Cañada y la colegiata de Santa María de Calatayud.
En Calatayud, además, el arte mudéjar se ejemplifica también en la iglesia y la torre de San Pedro de los Francos, la torre e iglesia de San Andrés y la colegiata del Santo Sepulcro.
Si seguimos subiendo, desde el Moncayo hasta la capital aragonesa, nos volvemos a topar con una arquitectura mudéjar digna de disfrutarse, como la torre de la iglesia de la Magdalena y su techumbre interior, y el cimborrio y la torre de la Catedral de Santa María de la Huerta.
En la Ribera Baja del Ebro nos adentramos en el mudéjar más genuino con la la iglesia de la Asunción de Quinto de Ebro, la iglesia de San Miguel Arcángel de Alfajarín y la iglesia de la Asunción en la Puebla de Alfindén.
Ya en Zaragoza capital descubrimos monumentos que supusieron el núcleo de creación y difusión del arte mudéjar en el siglo XIII. Como ocurre en Teruel y en otras zonas de la provincia, el Palacio de la Aljafería, La Seo y la Iglesia de San Pablo fueron declarados Patrimonio Mundial en el año 2001. También destacan la Iglesia de San Gil Abad y la Iglesia de la Magdalena y podemos disfrutar del mudéjar en la techumbre del Ayuntamiento o la fachada y claustro del Monasterio de las canonesas del Santo Sepulcro.
Terminamos esta ruta en el Bajo Gállego, con la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles de Peñaflor, la decoración de las torres de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Villamayor y la iglesia de San Mateo en San Mateo de Gállego.
Imagen: Turismo de Aragón
