Si hay un aragonés ilustre, una persona de esta comunidad conocida allende los mares, ese es Francisco de Goya y Lucientes. Del excelso pintor de Fuendetodos dicen que inauguró el Romanticismo, sin embargo, como suele ocurrir con los genios, la obra del artista zaragozano sobrepasa todos los límites pictóricos. Su legado es, por sí mismo, un estilo, una forma de pintar, de ver el mundo a través de sus pinceles. De Goya en Aragón hay multitud de huellas, como no podía ser de otra manera. Os mostraré algunas de ellas.
[!adsenseamp!]
Las huellas de Goya en Aragón
[!adsense!]
Fuendetodos
Quizás no sea el lugar que, cualitativamente, muestre lo mejor de la obra de Goya, sin embargo, por una cuestión romántica, si queréis conocer a este pintor no podéis dejar de hacer una parada en su pueblo natal: Fuendetodos. Allí visitaréis la casa en la que nació, así como el Museo del Grabado de Goya, inaugurado en 1989, que alberga algunas de sus series de grabado más históricas como Los Caprichos, Los Desastres de la Guerra, La Tauromaquia y Los Disparates.
Museo de Bellas Artes de Zaragoza
Declarado monumento nacional en 1962, en este espacio museístico se hallan algunas magníficas obras de Goya como Carlos IV y María Luisa de Parma, Retrato de cuerpo entero de José Miguel de Carvajal y Vargas, Duque de San Carlos, o el Retrato de Dama con Mantilla.
Museo Provincial de Huesca
En la capital oscense también está muy presente el genial pintor zaragozano. El museo provincial guarda entre sus paredes obras como Retrato de Don Antonio Veián y Monteagudo, Retrato de Doña Margarita de Austria o Los cuatro toros de Burdeos.
Remolinos
En la iglesia parroquial de Remolinos, una pequeña localidad al noroeste de Zaragoza, se conservan las figuras de Los padres de la Iglesia: San Ambrosio, San Agustín y San Gregorio.
Muel
Los óleos anteriores se repiten en la preciosa ermita de Nuestra Señora de La Fuente de Muel. Otro pequeño pueblo zaragozano perteneciente a la Comarca Campo de Cariñena.
Calatayud
Es en iglesia bilbilitana de San Juan Bautista donde Goya pintó por primera vez a Los padres de la Iglesia. Obra que, como hemos visto, realizó posteriormente en Muel y Remolinos.
Basílica del Pilar
Si Goya es un emblema aragonés, la Basílica del Pilar también amerita este adjetivo. Hablar de Goya en Aragón y no mencionar el fresco de La Reina de los Mártires (cúpula de la nave norte); o La Fe, La Paciencia, La Fortaleza y La Caridad, que decoran las pechinas, sería un oprobio.
El Palacio Arzobispal, La Cartuja de Aula Dei, Ibercaja o el Museo Camón Aznar, todos en Zaragoza, también conservan parte de la obra de Goya en Aragón.
